La instalación artística DIAL-A-STORY [Marca una Historia], presentada en la Plaza del Altozano de Albacete, se ha consolidado como un caso de éxito dentro del street marketing con impacto social.

Caso de éxito: DIAL-A-STORY, una llamada que despertó conciencia social

Su objetivo era sensibilizar sobre la violencia machista desde un enfoque íntimo, humano y profundamente emocional, alejándose de las campañas tradicionales basadas en el impacto visual y recurriendo a una herramienta mucho más poderosa: la escucha.

El reto era considerable. Había que lograr que un espacio urbano tan concurrido como la Plaza del Altozano se transformara en un lugar de reflexión y atención plena. Para ello se creó una instalación compuesta por cuatro teléfonos antiguos, sillones y lámparas que recreaban una escena doméstica en plena calle. Este entorno familiar en un lugar público invitaba a la ciudadanía a detenerse, sentarse y participar en una experiencia inmersiva.

Cada teléfono reproducía uno de los diez microrelatos basados en testimonios reales relacionados con la violencia machista. Las voces profesionales añadían profundidad, emoción y credibilidad a las historias, generando un vínculo inmediato entre la persona que escuchaba y la realidad que se narraba. La acción convertía algo tan cotidiano como descolgar un auricular en un acto de conciencia social.

El diseño permitía un flujo constante de participantes, manteniendo siempre la intimidad y el respeto necesarios. Un actor acompañaba a las personas que se acercaban, explicando la dinámica y garantizando que la experiencia fuera accesible, cercana y emocionalmente segura. La instalación estuvo activa durante varias horas, permitiendo que cientos de personas vivieran la experiencia.

El mensaje final reforzaba la importancia de actuar ante la violencia machista, recordando que una llamada puede salvar una vida y aportando información esencial sobre los recursos disponibles. La acción no solo concienciaba, sino que ofrecía soluciones reales y prácticas.

Los resultados hablan por sí solos. La instalación generó una alta participación espontánea, un fuerte vínculo emocional entre los asistentes y una amplia difusión orgánica en redes sociales. Muchas personas fotografiaron y grabaron la experiencia, compartiendo el mensaje y amplificando su impacto más allá del propio espacio urbano. La Plaza del Altozano se convirtió, durante unas horas, en un punto de encuentro emocional y un espacio donde la empatía y la reflexión ocuparon el centro.

DIAL-A-STORY es un ejemplo de cómo el street marketing puede ir más allá de la creatividad visual para convertirse en una herramienta de transformación social. Esta acción demostró que una idea sencilla, bien ejecutada y emocionalmente honesta puede generar un impacto profundo en la ciudadanía. Una instalación que logró detener la rutina de una ciudad para escuchar lo que muchas veces pasa desapercibido: historias reales que necesitan ser contadas.

Enhorabuena por esta iniciativa que nos ha encantado creada por Proyecto Cultura